Por Juan Tomás Valenzuela
Y ya se entregó el segundo
hospital de Abinader,
a ver que va a hacer con el
este ungido vagabundo.
Pues mientras se jode el mundo,
tal vez por falta de camas,
este ungido, hijuesumama
le tiene a todos prohibido,
usar vienes recibidos
de Luis o de Mario Lama.
El bufón del Ministerio
(tanto que yo confié en él)
no le coge a Abinader
ni azúcar pá un refrigerio.
Este truhán y poco serio,
en que yo tanto creí,
se atrevió a decir que Luis
no trajo ningunas pruebas,
que el Penco y la Banda Ameba
son los que las traen de Haití.
Cuando Cavada fue a China
(y no llegó ni a limón)
hasta se perdió un avión
que iba cargado de harina.
Ninguna de las bocinas
que comentan por encargo,
hablan de ese trago amargo
de aquel vuelo de Helidosa,
y como pinta la cosa,
creo que esto va para largo.
El hospital de La Vega,
después que lo terminaron,
los de Salud lo dejaron
para usarlo de bodega.
La gente pasando brega
por la falta de atención,
mientra que la corrupción
se apuñalea los recursos,
y la penca da discursos
dizque de emancipación.
Contrarrestando el efecto
de este obsequio hospitalario,
Abel, se busca sicarios
igual que él de sin conceptos,
pá pegarle fuego a tiestos
del vertedero Rafey
y así armar un guararey,
culpando de esto a personas,
que ganaron es su zona
sin ser de torre Caney.
Juan de los Palotes
10 Mayo 2020